Abuso del sistema
- Jurek Martinez
- 7 may 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 8 may

En los principios de Uber y Lyft, muy pocas personas utilizaban sistemas como el GPS Falso para burlar el funcionamiento de las aplicaciones. El GPS Falso era la única herramienta utilizada por los conductores para poder agarrar los bonos de las altas demandas. Por el simple uso de estas aplicaciones, Uber y Lyft desactivaron cientos de cuentas. Eran bien estrictos con el uso de estas aplicaciones.
Con el paso del tiempo vinieron nuevas aplicaciones que afectaban el funcionamiento de Uber y Lyft debido a que los conductores estaban sufriendo daños económicos. A diferencia de años anteriores, Dara Khosrowshahi, Logan Green and David Risher se limitaron a desactivar cuentas debido al alto volumen de conductores utilizando estas herramientas como MicroDroid, GPS Falso, Antenas para interrumpir señales, entre otros.
La utilización de estas herramientas para afectar el funcionamiento de las aplicaciones de Uber y Lyft no afectan directamente a las compañías, pero sí a otros conductores que intentan ganarse la vida de manera honesta. A ningún conductor que utiliza estos métodos le importa el daño que puede causar, pero tampoco le importa a Uber y Lyft.
Uber y Lyft tienen en sus políticas de Actividades Fraudulentas establecidas claramente que el uso de estas herramientas pueden terminar en la desactivación de las cuentas de los conductores. Políticas que ninguno ejerce.
Por otra parte. Los gobiernos de las ciudades crean mayores sanciones a quienes intenten obtener mejores ganancias de su trabajo. Si intentan realizar viajes en efectivo y que estén mejor pagados, pueden sufrir penalidades que van desde multas hasta prisión. Mientras que Uber y Lyft presionan pagando miserias y explotando. Por otro lado, el gobierno sanciona a los conductores que están tratando de sobrevivir. No culpo a las personas que utilizan estas herramientas para mejorar sus ganancias, pero esto no está bien. Los gobiernos no están ayudando en lo absoluto. Están plenamente del lado de las compañías sin importar los daños que están causando en la sociedad y la economía local.
Es triste escuchar a cada rato que un conductor perdió su auto o está a punto de quedarse incluso sin lugar para vivir porque depende 100% del trabajo que realiza en estas compañías. También es preocupante saber que hay personas perdiendo la vida o teniendo serios problemas de salud debido al estrés e incremento de esfuerzo a los que muchos conductores se están sometiendo. Hay personas que llevan años trabajando en Uber o Lyft y no pueden realizar otro tipo de trabajo por limitaciones profesionales, disponibilidad de empleo en la ciudad, por problemas de salud o por razones personales. Comprar un auto de $30,000 o más para hacer Uber o Lyft es una inversión de riesgo con un costo que un trabajo regular no puede cubrir. La culpa total de estos problemas recaen en las compañías de viajes compartidos y de entrega, pero también son respaldadas por nuestros gobiernos estatales y locales.
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